viernes, 2 de septiembre de 2011

Competencia Vs. Fracaso

Hace apenas unos meses recuerdo haber estado en una discusión con otros Scouters, ésta se centraba en sí es bueno o no poner a competir a nuestros Scouts, ya que, según su argumento, se les puede generar cierta frustración a todos aquellos que no obtengan algún premio. Yo comenté lo importante que me parece darles a estos muchachos una pequeña dosis de frustración, que si no se los permitimos hoy, ¿cuándo van a aprender a manejar este sentimiento? ya que a mí parecer todas las personas debemos saber  manejar esas frustraciones, si no se aprende a una temprana edad ¿Qué pasará cuando sean adultos? ¿Vamos a dejar los que se frustren hasta el día que no tengan el trabajo deseado? o ¿Si su matrimonio no resulta lo que ellos esperaban?, ¿Cuándo no puedan comprarse el auto de sus sueños o la casa en la colonia que más les agrada?. Me parece muy importante dejar que los jóvenes empiecen a lidiar un poco con, por llamarlo de alguna manera, fracaso, frustración o que “pierdan” en una competencia en buena lid; hoy en día somos muy dados a sobreproteger a nuestros muchachos, lo que en mi muy particular punto de vista resulta otra clase de abuso hacia ellos, no podemos esconder a nuestros jóvenes en una burbuja de cristal donde los sentimientos negativos no los toquen, creo que es muy importante no suavizarles las caídas, el verdadero apoyo es enseñarles a levantarse de cada una de éstas,  trabajando incansablemente para aprender a manejar estas cuestiones hasta lograr el objetivo que se hayan planteado.

Para conseguir esto, me parece fundamental dejar competir a nuestros jóvenes para aprender a manejar la frustración, la competencia es algo inherente al ser humano desde muy pequeños comprendimos contra nuestros Hermanos por el cariño de la Madre, competimos en el colegio por ser el mejor estudiante, el más latoso o el gran deportista, nuestra vida es una competencia constante; en la etapa adulta se compite por tener algún puesto en una empresa, es decir estamos constantemente en competencia. Obviamente quiero hacer énfasis en que lo más importante es enseñar a nuestros Scouts a competir contra ellos mismos, ya que estoy convencido que esto les asegurará el mejorar actitudes y aptitudes; me parece también de gran importancia enseñarlos a ser humildes en la victoria e incluso jamás sentirse derrotados si en la contienda pudieron llevarse algún enseñanza o cambio positivo para su vida.

Llegar a perfeccionar cualquier habilidad requiere sin duda una serie de fracasos anteriores lo básico para poder superar esos fracasos es aprender a no tomarlos como tal, sino como experiencias positivas que nos ayudarán a perfeccionar nuestro estilo y por fin lograr el tan anhelado éxito.

Recuerdo una historia verídica de cuando Thomas Alva Edison por fin pudo inventar un foco,  cuando le estaban entrevistando acerca de su nuevo invento le preguntaban cuántos intentos tuvo que realizar antes de poder conseguir el resultado deseado, no recuerdo exactamente la cantidad que éste respondió por lo que lo cerraré a en mil focos, el periodista le preguntó si no era un poco absurdo tener mil focos defectuosos para poder lograr el éxito la respuesta de Edison fue: “Cada intento me hizo llegar a descubrir mil maneras en las que no se puede hacer un foco”. Si nosotros podemos enseñarles esta sencilla filosofía a nuestros muchachos seguramente en un futuro estaremos entregando el mundo mejores seres humanos con capacidad de trabajar y no rendirse ante cualquier vicisitud.

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