
El campamento resultó un desastre para nuestra Patrulla, sencillamente no dábamos una en ninguno de los eventos, la mayoría de las Patrullas parecían saber exactamente que debían hacer, mientras nosotros teníamos una desorganización impresionante, además de la pobre técnica con que contábamos; todo se conjugo perfectamente para que la frustración fuera cada vez mayor y para rematar todas las otras Patrullas estaban tan metidas en la competencia que las oportunidades de hacer amigos eran muy pocas.
Hoy en día me doy cuenta que ese evento fue un parteaguas muy importante en mi vida, ahora es muy claro que ese día gane algo mucho más importante que un reconocimiento, me di cuenta lo importante que es prepararse, esforzarse y sobretodo pararse en cualquier lugar con mentalidad ganadora, ya sea un evento Scout, un trabajo, un matrimonio, etc. en cualquier cosa que se realice en la vida se debe querer ser el mejor, quizá no seamos siempre quien se lleve todos los reconocimientos, pero eso no siempre es la marca de los ganadores, los aprendizajes, las experiencias y todo lo que como personas nos pueda enriquecer es más valioso que cualquier tora cosa.
En los últimos años he regresado al Sendas, una vez como colaborando en la preparación de los muchachos siendo Dirigente y la más reciente como Scouter, los muchachos con quienes he trabajado han obtenido algún reconocimiento, pero lo más importante es que han ganado actitudes para la vida.